El Gobierno nacional ya trabaja con gobernadores, intendentes, ONG's de consumidores, hipermercados y supermercados mayoristas, en un esquema de controles que garantice que los valores al 1 de octubre de la canasta de 1.400 productos se mantengan inalterados hasta el 7 de enero del 2022.
Ayer el Presidente firmó convenios con gobernadores. 8 estuvieron presentes, 14 lo hicieron de manera virtual. Fueron de la partida los opositores Gerardo Morales, de Jujuy, y Gustavo Valdez, de Corrientes. Gustavo Bordet fue de los que estuvieron presentes e incluso participó de la conferencia de prensa posterior. Si bien han quedado algunas pocas voces disidentes, la medida finalmente unilateral, porque se trata de una resolución tomada por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, parece encaminarse a tener efecto en parar la locura en que los aumentos de precios de los alimentos se había transformado para el gobierno y para la sociedad.
Un empresario que se había reunido días pasados con el Presidente, Francisco De Narvaez, actual dueño de la cadena Changomas, fue señalado por Feletti como el único, por lo menos de los más grandes, en no adherir al congelamiento. De todas maneras, Feletti habló de un cumplimiento en menor porcentaje, no de un incumplimiento total.
Días pasados, desde este espacio habíamos advertido sobre el silencio oficial en la provincia, en relación a la medida nacional. Más allá de reiteradas aclaraciones de la política local sobre que se trata de medidas transitorias y de que los empresarios se queden tranquilos, ojalá que los inequívocos gestos políticos de ayer, materializados en acuerdos firmados, puedan mínimamente garantizar un fin de año con precios estables, independientemente de lo electoral.
Otro tema. Mauricio Macri avisó que se presenta hoy, a las 12, ante el juez Martín Bava, en Dolores, para ser indagado sobre los seguimientos, la vigilancia y la infiltración que sufrieron los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió en noviembre de 2017. El magistrado fue confirmado por la Cámara Federal de Mar del Plata, por lo que a Macri se le terminaron las excusas para, aunque sea por esta vez, seguir siendo la excepción a las leyes que rigen la convivencia de la sociedad de la que hasta no hace tanto fue nada menos que presidente. Habían convocado a militantes del Pro a acompañarlo, para lo que se anunció la contratación de 400 micros. El anuncio generó críticas por distintas razones. Por lo provocativo hacia los familiares, por “de dónde sacan la plata para eso”, por parecerse demasiado a lo que le critican al peronismo y hasta por lo surrealista de una situación así. Finalmente va a estar acompañado por sus dirigentes más cercanos y algunos micros, menos que los anunciados originalmente. Es de esperar que el ánimo de los familiares de las víctimas pueda soportar el desparpajo de quienes han hecho de la impunidad un modo de vida y de hacer política.
Por último. Algunos medios titularon ayer que en el acto en el estadio del Deportivo Morón, en homenaje a Néstor Kirchner, el presidente “se subió al giro de Guzmán”, a la izquierda, y se puso duro con el Fondo Monetario. Vaya formas, diarias, reiteradas, de simplificar la política. Más allá de las idas y venidas posteriores al resultado de las PASO, sigue habiendo una coalición de gobierno. Coalición en la que sus dirigentes se encuentran en permanente diálogo, y también en discusiones. Pero como dirigentes políticos que son, no dejan nunca de hacer política. Al igual que los de la oposición, que a veces pretenden que actos aparentemente casuales, particulares, no lo son. Marketing político, que le llaman. Pero una cosa es hacer marketing y otra cosa es creer que tal cosa constituye un análisis. Los acontecimientos políticos que desataron la carta de Cristina y los hechos del 16, 17 y 18 de octubre abrieron en el Frente de Todos una discusión, que necesariamente tuvo lugar en lo público, en declaraciones periodísticas pero sobre todo en discursos, en actos políticos, a la manera del peronismo, que construyeron y lo hacen en el día a día, diferentes escenarios de negociación con el Fondo Monetario, que no son tan simples de transcribir como que ahora el presidente va detrás de su ministro de economía. No, salvo que deliberadamente se pretenda decir lo que realmente no está pasando. Tanto como omitir, a diario, deliberadamente, que se trata de una deuda de 44 mil millones de dólares, que tomó sin pasar por el congreso, el mismo señor que hoy va a declarar a Dolores. Es difícil de lograr, en medio de tantos problemas cotidianos, que la gente recuerde, o acuerde, con esto de manera más o menos permanente. Pero eso que se da en llamar economía es siempre economía política. Es decir, no debería ser nunca -y en este gobierno, pese a todas las críticas que se le puedan hacer no lo es- una decisión de técnicos, sino de dirigentes políticos.
Editorial de José Luis Ferrando, licenciado en Comunicación Social, periodista de LT14 Radio Nacional Paraná.