Durante la guerra civil española y el posterior franquismo se exiliaron alrededor de 440 mil personas, de esos, la mitad regresó a España con el fin de la guerra y Argentina es el tercer país con más exiliados, en el cual se estima alrededor de 10.000 exiliados, numero difícil de constatar por el carácter clandestino de los exilios.

Federico Vitelli, profesor de historia, egresado de la Universidad del Sur en Bahía Blanca, se refirió a su investigación acerca de cómo la dirección de inteligencia de la Provincia de Buenos Aires vigiló, persiguió y controló a gran parte de los exiliados españoles desde el año 1939 hasta el 1966.

El integrante del CONICET contó que creció en Tres Arroyos y al irse a estudiar a Bahia Blanca comenzó a preguntarse acerca de “que había sucedido con los exiliados una vez arribados a Argentina. Si había existido algún tipo de persecución o control”.

“Lo que pudimos ver, tomando contacto con las fuentes que se han desclasificado de los servicios de inteligencia, es el grado de penetración que tenían estos servicios a la hora de vigilar a los exiliados”  contó.

“Uno encuentra fuentes e informes de inteligencia en cuestiones aparentemente inocentes, como ir a comer una paella. Sobre todo con el objetivo de impedir que las denuncias de lo que sucedía en el país complicaran las relaciones bilaterales de los países” explicó.