¿Qué fue lo mejor del debate presidencial de anoche? Fueron los 45 puntos de rating para una perspectiva interesada en la participación popular en política. Y fue esa candidad de audiencia para un “espectáculo” poco interesante aún para las personas particularmente interesadas en la política. Varios medios destacan el desempeño de Myriam Bregman. Me refiero a medios que están muy lejos de ser de izquierda y por esto lo subrayo. Por ejemplo, dos programas que salen antes de nosotros en una radio con un discurso muy diferente al nuestro y una audiencia muy diferente a ustedes que escuchan, subrayaron virtudes de Bregman para manejarse ante cámaras y desempeño escénicos en general. Si esta radio, esta gente lo dice, que solo menciona la palabra “izquierda” es para vincularla con “terrorismo” ,algo antiguo y cosas por el estilo, algo debe haber. Además, así como en su momento Martín LLayrora la pegó con sus “pituquitos de Recoleta”, ayer Bregman hizo lo propio cuando dijo que Milei no era un león sino “un gatito mimoso del poder económico".
En rigor, Milei es literalmente eso. Hay que ver si se lo puede sacar de encima o si le queda. Digamos algo sobre lo que para uno es el mejor dato, los 45 puntos de rating. Así como la abstinencia electoral, los votos en blanco dicen, son significativos y hay que descifrar su significado, lo propio pasa o debiera pasar con estos 45 puntos. Un punto de rating equivale a 100.000 personas. Este número multiplicado por 45 da 4 millones y medio. ¿Por qué 4 millones y medio de personas estuvieron viendo un debate político que tenía poco y nada de espectáculo? ¿La sociedad argentina está despolitizada o la teoría política tiene que actualizar, renovar sus categorías acerca de “la política”.
Algo parecido podemos decir del punto “derechos humanos”. Como dijo la locutora, el tema fue propuesto por el público a través de internet. Sabemos lo que significa decir “derechos humanos” en la Argentina. Supone un elevado nivel de conciencia sobre el Terrorismo de Estado. Es decir, de conciencia política sobre la realidad social argentina. Entonces, otra pregunta: ¿la sociedad argentina está corrida a la derecha o la agenda periodística y política está corrida a la derecha? Porque ni bien se le pide que participe, propone uno de los temas más intrínsecamente políticos de nuestro país.