En este debate oral se juzga por primera vez al destacamento 144 de inteligencia del ejército y a la fuerza aérea como parte del aparato organizado de poder.
Entre las causas nuevas, se abordan las desapariciones ocurridas en el marco del “operativo antijesuita” contra militantes que trabajaban con el cura “Macuca” Llorens en el Barrio San Martín y múltiples detenciones en la IV brigada aérea.
Además, hay nuevos procesados por el D2 y la comisaría séptima.
En total son ocho causas que investigan lo sucedido con un centenar de víctimas, 60 de las cuales están desaparecidas o fueron asesinadas.
En la audiencia del viernes 24 de julio continuaron los testimonios referidos al operativo antijesuita.
En este caso, declaró Delia Nora Mazzolo, con el fin de continuar con la reconstrucción de la desaparición de María Leonor Mércuri, desaparecida el 9 de septiembre de 1976.
Mazzolo fue compañera de Leonor Mércuri en la escuela de servicio social y recordó que Leonor era oriunda de buenos aires y que en 1975 viajó a Mendoza para estudiar servicio social porque el programa de estudios de aquí era de los más avanzados del país.
María Leonor Mércuri vivió en diferentes lugares de Mendoza, alquilando habitaciones. Cuando llegó de capital federal vivió un tiempo en el Barrio Santa Ana, donde compartió alojamiento con María Inés Correa llano quien también es detenida desaparecida.
La testigo recordó que Mércuri trabajaba en el banco nacional de desarrollo que estaba en la calle Necochea y España y militaba en el partido revolucionario de trabajadores (PRT) e integraba el ejército revolucionario del pueblo (ERP).
Mazzolo contó que eran seis amigas y compañeras de facultad y que, después del cierre de la carrera, comenzaron a realizar apoyo escolar y actividades recreativas en el Barrio San Martín, donde asistían al menos dos veces por semana. Utilizaban el salón de una cooperativa de la comunidad. El grupo estaba conformado por Teresa Muñoz, Sonia Dietrich, Susana Negrette, Alicia Lorenzo, Leonor Mércuri y Delia Mazzolo.
En su declaración ante el tribunal Mazzolo recordó que “la noche del 9 septiembre iban junto con Mércuri caminando por la alameda para la parada y ese día le dijo que estaba preocupada porque le pareció que la estaban siguiendo los servicios de inteligencia. Mazzolo le ofreció su casa para ir a dormir, pero Mércuri no quiso ponerla en peligro”.
Nora vio a su amiga María Leonor Mércuri por última vez esa noche del 9 de setiembre en la parada de colectivo.
Al día siguiente, sábado, Leonor no fue a las actividades sociales que realizaban en la parroquia y la ausencia de Mércuri provocó que sus amigas iniciaran la búsqueda.
Se les ocurrió hablar con el cura Jorge Contreras, que había sido profesor de la carrera, y el sacerdote les aconsejó avisar inmediatamente a la familia, debido a que eran quienes podían iniciar trámites de averiguación.
La familia vivía en Buenos Aires, pero la madre y el hermano de Mércuri, Leopoldo, llegaron a Mendoza al día siguiente del aviso telefónico.
El padre “Macuca” Llorens era el referente de las diversas actividades sociales que se realizaban en el Barrio San Martín. Con la desaparición de María Leonor Mércuri, el sacerdote les aconsejó a las compañeras no asistir más para no poner en riesgo sus vidas.
Sin embargo, Mazzolo, Muñoz y Negrette continuaron reuniéndose con Llorens en la parroquia de los jesuitas para saber si averiguaba algo acerca de Leonor. “sabía que una parte de la iglesia había apoyado el golpe y que a través de la iglesia podíamos saber de ella”, explicó la testigo.
Mazzolo declaró que una de esas veces en las que se encontraron con Llorens, el cura les dijo que dejaran de buscar a Leonor porque la habían puesto a ella y a otras personas en un tacho de doscientos litros con cemento para arrojarla luego al dique de el carrizal. No contó Llorens cómo se enteró del destino de Mércuri y ellas no preguntaron.
“Sí sabíamos que había otros sacerdotes que iban al D2, donde estaban los detenidos, y llamaban a que delataran compañeros para que los dejaran de torturar”, agregó.
Informe del periodista Rodrigo Sepúlveda en el programa Mañanas de Sol.
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