PUEBLOS ORIGINARIOS NEUQUEN

We Txipantu, una ceremonia ancestral milenaria, Mapuche

Wiñol Txipantu, We Tripantu o We Txipantu son las variables en mapudungún con que se llama a la celebración del año nuevo mapuche, realizado en el solsticio de invierno, entre el 21 y 24 de junio. En español, el evento significa “nueva salida del Sol y la Luna”, uno de los días más sagrados para los mapuche.

En la cosmología del pueblo, cuentan que sus antepasados se plantearon el desafío de descubrir y comprender los fenómenos físicos que ocurren en el universo y la naturaleza. Fue entonces descubrieron la noche más larga del año y cómo, a partir de ella, el resto de los días se hacen más largos y las noches comienzan a durar menos.

El quiebre en el ciclo llegó a inspirar a la ciencia ancestral: también descubrieron que podían determinar la fecha del We Tripantu guiándose por las señales de las estrellas, la luna, las plantas y el Sol.

Las celebraciones comienzan la tarde del día anterior, antes de que el Sol se esconda. Entonces, los invitados se congregan y esperan la llegada del Machi o del Lonko, que tienen la misión de dirigir el ritual. Ahí, mientras anochece alrededor del fogón, los viejos instruyen a los niños “a ser buenos” y les cuentan historias importantes para la cultura del pueblo. Más tarde, se celebran bailes, cantos y juegos que fortalecen los lazos comunitarios.

De madrugada se anuncia la llegada del año nuevo y su ceremonia sagrada es preparada para el amanecer. Entonces, al alba, el pueblo se baña en un río o lago, demostrando estar preparados para recibir al nuevo ciclo, que simboliza el regreso del Sol y la luz, junto con la renovación de la naturaleza y la propia sabiduría mapuche.

Escuchamos al pichi huentru, Manke; a la huayrache, Lihuen; la trutruca de José Loncopán de Gullu mapu y a la huayrache Millalen Ojeda Caicheo.