Eugenia Calvó, trabajadora, presente ayer en los Alisos- Palpalá, en el momento en que se producía el desalojo de la Comunidad Tusca Pacha; ordenado por el juez de control Jorge Zurueta en el marco de una causa judicial por el presunto delito de ocupación ilegal de tierras que le pertenecería a una inmobiliaria; dijo en Radio Nacional que “para llevar adelante el procedimiento se montó un descomunal operativo policial que terminó con un violento desalojo y cuatro personas detenidas; tres de las cuales fueron imputadas por resistencia a la autoridad”.
“Entendemos que la orden se tomo sin dar espacio para escuchar a la comunidad” dijo Eugenia Calvó. Hoy, también con presencia policial, topadoras realizan trabajos de limpieza en el terreno, avanzando en la zona donde hay viviendas construidas.
Según testimonio de la trabajadora, “la Comunidad lleva allí viviendo varias generaciones, atendiendo las dinámicas culturales de una comunidad indígena Coya, cuyos derechos están garantizados por la Constitución Nacional y que aquí no fueron atendidos”.