Si bien las películas de Walt Disney Pictures se encuentran entre las adaptaciones de cuentos y fábulas infantiles más famosas para la pantalla grande, es importante señalar que no solo no son las únicas, sino que existe un centenar de otras versiones filmadas a lo largo del siglo XX y XXI. De hecho, las primeras adaptaciones se remontan a los primeros años de la industria cinematográfica. En este capítulo vamos a centrarnos en dos películas que contaron con música de dos célebres compositores. El primero de ellos es de Erich Korngold, quien nació en Austria, en 1897, y es ampliamente reconocido por ser uno de los padres de la composición musical cinematográfica en Hollywood. En 1938, Warner Brothers le solicitó escribir la banda sonora de Las Aventuras de Robin Hood, la cual le valió un premio Oscar. La película estuvo protagonizada por el actor Errol Flynn, y obtuvo también el Oscar a Mejor dirección de arte y Mejor montaje.
Cabe mencionar que las referencias a la figura de Robin Hood se remontan al siglo XIV, y que, con el correr de los siglos, fue sufriendo distintos cambios, hasta consolidarse la versión del noble que, junto a un grupo de bandidos, se enfrenta a la tiranía del príncipe Juan, ocultándose en el bosque de Sherwood y asaltando a los ricos para distribuir su dinero entre los pobres. También existen investigaciones históricas que han intentado identificar al verdadero Robin Hood, aunque no se ha llegado a un único resultado. Por último, vale aclarar que existen decenas de adaptaciones literarias, cinematográficas y también musicales. Aquí, compartimos la suite orquestal que el propio Korngold escribió tomando elementos de la partitura original, en la grabación de la John Wilson Orchestra.
Si hay un cuento que se ha convertido en un rotundo éxito gracias a la versión animada de Disney, ese es, sin dudas, La bella y la bestia. Sin embargo, existen otras adaptaciones, tales como la película del director francés Jean Cocteau, de 1946, que contó con música de Georges Auric (1899 - 1983), un compositor que estuvo muy ligado a la industria cinematográfica. Ambos mantuvieron una estrecha amistad, por lo que, en más de una ocasión, el dramaturgo francés le solicitó a Georges Auric que escribiera la música incidental para sus películas. En cuanto a La Bella y la Bestia, el encargo fue hecho a fines de diciembre de 1945, cuando el film debía estrenarse en abril del año siguiente, por lo que Auric contó con muy poco tiempo. Sin embargo, el resultado fue una partitura que se acoplaba perfectamente con la imagen, dándole a cada escena una nueva dimensión. Compartimos aquí uno de los números de la banda de sonido, por la Orquesta Sinfónica de Moscu y la dirección de Adriano.
Antes de concluir este capítulo, señalar que la historia de La Bella y la Bestia proviene de Francia, aunque, como suele ocurrir, existen muchas versiones. En 1740, la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve publicó el primer cuento basada en esta narración (en La joven americana y los cuentos marinos), aunque la adaptación más popular es la de Jeanne-Marie Leprince de Beaumon (1756).
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CAPÍTULO 5
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