El 16 de septiembre de 1955 un golpe de estado, conocido como la Revolución Libertadora, derrocó al entonces presidente Juan Domingo Perón.
El radicalismo, junto con otras fuerzas políticas como el socialismo democrático, se sumó al gobierno a través de una junta consultiva y, en marzo de 1956, Frondizi fue reelecto presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.
En las elecciones de convencionales para la Asamblea Nacional Constituyente del año 1957, el voto en blanco peronista resultó mayoritario lo que reavivó las discusiones en el seno del radicalismo sobre la actitud a adoptar frente al peronismo.
Mientras que el dirigente Ricardo Balbín era partidario de no vincularse con ese movimiento, Frondizi apoyaba un acercamiento a Perón.
Esto se tradujo en una ruptura de la UCR que se dividió en dos fracciones: la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), liderada por Frondizi, y la UCR del Pueblo, conducida por Balbín.
Frondizi envió a Caracas a su secretario Rogelio Frigerio para concretar un pacto con Perón por el cual, a cambio de los votos peronistas, él se comprometía a desarrollar un programa popular afín al peronismo.
De esta forma, la fórmula de la UCRI, Arturo Frondizi-Alejandro Gómez, se impuso en las elecciones de febrero de 1958 por una importante mayoría de votos.
Frondizi asumió el 1° de Mayo de aquel año y, a los pocos días, envió al Congreso un proyecto de Ley de Amnistía para los presos políticos peronistas y, luego, el proyecto de Asociaciones Profesionales que devolvía gran parte de su poder a los gremios peronistas.
Si bien estaba cumpliendo su parte del acuerdo con Perón, comenzaron las presiones de la Iglesia y los militares, representantes a su vez de los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros que veían con preocupación el rumbo que parecía tomar el gobierno.
A comienzos de 1959, mientras Fidel Castro y el Che Guevara entraban triunfantes en La Habana, Frondizi iniciaba un viaje a los Estados Unidos para exponer sus ideas desarrollistas.
Frondizi planteaba que la salida estaba en el desarrollo de las industrias básicas: petróleo, siderurgia, maquinarias, lo que permitiría abastecer a la industria liviana y liberaría recursos que antes se destinaban a importar.
El modelo desarrollista comenzó a aplicarse pero a poco menos de un año, las presiones de los factores de poder que lo veían demasiado populista, condujeron a un cambio radical en la política económica.
Rogelio Frigerio fue reemplazado en el Ministerio de Economía por Álvaro Alsogaray, economista de confianza de los grupos de poder económico, avalado por los militares, que con su famosa frase «hay que pasar el invierno» orientó la política económica a promover las exportaciones, limitar el proceso de industrialización y liberalizar las restricciones impuestas a las importaciones disminuyendo considerablemente la capacidad expansiva de la industria nacional.
A la vez que se recomponía el sector agropecuario, se devaluaba el peso argentino y se limitaban los aumentos salariales.
Estas medidas negativas tuvieron su repercusión en las elecciones legislativas de 1960 donde el voto en blanco peronista representó el 25 por ciento de los sufragios.
La ruptura de la alianza con el peronismo era un hecho y se abrió un período de gran agitación social, paros, planes de lucha y ocupaciones de fábricas.
En 1962, el peronismo ganó 10 de las 14 gobernaciones, entre ellas la estratégica provincia de Buenos Aires, y Frondizi dispuso la intervención de esa provincia.
Pocos días después, el 29 de marzo Frondizi fue destituido por las Fuerzas Armadas y recluido en la isla Martín García.
Recordamos la asunción presidencial a partir de un informe especial elaborado por el Área de Contenidos y conservado en el Archivo Histórico de Radio Nacional.
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Etiquetas: Archivo presente, Arturo Frondizi, Espacio para la Memoria