El dr. Hermindo González, abogado de la familia de Lautaro Rosé, dialogó con "Aquí se respira lucha" en Radio Nacional LT12 y comentó los pormenores de la causa.
Once policías del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (GRIM) que participaron de la persecución a un grupo de jóvenes en la costanera de Corrientes fueron acusados por el fiscal Gustavo Robineau por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, apremios ilegales, amenazas y abandono de persona agravado seguido de muerte. En ese grupo se encuentran quienes la madrugada del lunes 8 ignoraron el pedido de ayuda de Lautaro Rosé, de 18 años, que se había arrojado al río Paraná para escapar de las balas que ellos dispararon. Así consta en el requerimiento de instrucción que Robineau presentó a la jueza Josefina González Cabañas.
El fiscal reconstruyó los hechos que derivaron en la muerte de Rosé en base a testimonios, imágenes de cámaras de seguridad y la geolocalización de los patrulleros, entre otras pruebas.
La Costanera Sur de la ciudad de Corrientes es un lugar fresco y agradable, elegido por sus habitantes para el esparcimiento. Pero se ha vuelto también zona de conflicto porque un sector público fue cedido a privados cuyos custodios suelen realizar desalojos con variados niveles de violencia. Lautaro y sus amigos habían ido el domingo 7 a la noche a pasar el rato. Luego de la medianoche varios móviles policiales acudieron a la zona por un llamado al 911 por incidentes a partir de una pelea en Costanera y Edison, y más tarde por otro episodio, un presunto ataque a un patrullero que aún no está acreditado, en la avenida 3 de Abril debajo del puente Belgrano. Las imágenes de las cámaras y los testimonios coinciden en que los policías hicieron un giro en U y a partir de ese momento iniciaron la persecución al grupo en el que se encontraba Lautaro, que corrió en dirección a la orilla del río.
Al llegar al club Boca Unidos no tenían opción más que subir hacia el encuentro de los uniformados o intentar escapar hacia el agua. Según los investigadores, se habrían quitado las zapatillas, y esto concuerda con el hallazgo del calzado deportivo de color negro de Lautaro por parte de su hermano, sobre unas rocas. En el lugar fueron secuestrados cartuchos percutidos de escopeta, balas de goma, así como uno de calibre 38.
El joven menor de edad que acompañaba a Lautaro logró salir del agua, a pesar de que en ese momento le estaban disparando. Según su relato, corroborado por los informes médicos, fue golpeado a patadas en las piernas y en el tórax, y luego fue esposado. El Código Contravencional vigente en esta provincia otorga amplias facultades a la policía para justificar esta forma de accionar.