Rubén Capitanio relató en Radio Nacional los detalles de su llegada a Neuquén en agosto de 1976 refugiándose de la dictadura cívico militar. También dio cuenta del porqué de su decisión de jubilarse y de cómo imagina su vida como vecino en un barrio de la ciudad de Plottier.
Habiendo cumplido 75 años y después de 47 años como párroco, Capitanio decidió dejar el cargo en la parroquia pero, aclaró, sin abandonar a la gente. “Hay que salir a buscar estructuras nuevas, En los últimos tiempos que me queda seré cura de otra forma. Ser cura en situación de calle. Allí donde está la gente buscando hacer la vida más linda para todos, donde hay reclamos, lucha, sufrimiento, dolor, derechos negados. Don Jaime de Nevares decía: ‘galoparle al lado’. Galoparle al lado de mi pueblo y que sientan un hermano” reflexionó.
Capitanio se refugió en Neuquén al saberse amenazado en La Plata donde caminaba sus primeros pasos sacerdotales. Fue cura párroco de la ciudades de Piedra del Águila, Villa La Angostura, Centenario, Plottier y responsable de la Pastoral Social.
El sacerdote recordó algunos momentos de su llegada a Neuquén. “El ministro Jorge Arguindegui le había reconocido al nuncio apostólico del papa y al cardenal Aramburu (Juan Carlos) que habían sido integrantes de la Policía Federal los que mataron a los curas palotinos... El arzobispo de la Plata me contó todo esto y me dijo que había que tener cuidado porque como la iglesia se quejó la Policía Federal avisó que iban a matar a 2 por provincia. El día que mataron a Carlos Murias y Gabriel Longueville me llamó y me dijo: ‘no quiero que esta noches duermas en La Plata” recordó Capitanio.
En septiembre de 2007, Rubén Capitanio, por entonces párroco de Centenario, declaró en una de las audiencias del juicio contra el ex capellán de la policía bonaerense Christian Von Wernich por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
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