La inflación interanual superó el 102% el último mes, impactando directamente en el consumo de alimentos de la población. Nacional Informa consultó a dos organizaciones vinculadas al consumo de alimentos para conocer cómo es el comportamiento de consumidores y organizaciones populares frente a los aumentos registrados.
Germán Romero, Director del Centro de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros de Córdoba, apuntó a que el “el consumo cayó en un 7,4% interanual en todos los rubros, aun cuando el número de clientes se mantiene”, es decir que la misma cantidad de personas continúa realizando compras en almacenes y comercios de cercanía pero con algún tipo de restricciones en determinados productos. En este sentido, Romero destacó que en períodos de crisis cae la calidad nutricional de los alimentos, “en febrero 2023 en relación al año pasado la carne vacuna cayó en un 52%”, aunque este fenómeno puede explicarse por el fortísimo aumento que sufrieron los cortes en el segundo mes del año, desde el centro venían registrando dicha caída. En tanto los productos más económicos, tales como harinas, fideos secos, la papa y la polenta, han crecido en su consumo.
Otros de los fenómenos que advierten desde el Centro de Almaceneros es la financiación de alimentos. Ocho de cada diez clientes lo han hecho en el último tiempo, siendo la tarjeta de crédito el medio más utilizado para financiar las compras, en la mitad de los compradores, y el fiado en un porcentaje menor (en una relación de tres de cada diez).
Banco de Alimentos
Otro termómetro de cómo impacta la crisis en los sectores populares es la demanda de alimentos que registra la Fundación Banco de Alimentos de Córdoba, cuyo incremento no cesa desde el 2018 y continúa en aumento, según explicó Carolina Alessandría, vocera de la fundación.
“Actualmente seguimos con organizaciones sociales en lista de espera, aunque se han incrementado. Pasamos de tener 260 organizaciones a unas 500 actualmente”, sostuvo Alessandría. Además, destacó que la situación es muy grave ya que la demanda crece pero no ocurre lo mismo con las donaciones ya que la industria alimentaria, principal donante del Banco de Alimentos, está en recesión y eso afecta directamente el stock disponible.
Cabe destacar que la principal demanda es de alimentos de primera necesidad, como fideos, arroz, aceites y lácteos, fundamentalmente. “Muchas organizaciones han dejado de ofrecer una copa de leche con lácteos justamente por el precio de éstos. Cuando avisamos que han ingresado yogures inmediatamente los buscan”, advirtió Alessandría en relación a la demanda de lácteos.
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