Terminamos una semana buscando “los por qué” del triunfo de Milei. Empecemos a hablar de las elecciones presidenciales. Pensando en el 22 de octubre es necesario completar el análisis con los por qué de la derrota de Unión por la Patria. Que son el reverso de las causas del triunfo de Milei que, recordemos, salió primero pero quedó solo a tres puntos del tercero. Es decir, el final, el desenlace está abierto. El próximo presidente puede ser Milei, Bullrich o Massa. Tres de los cuatro cuartos están técnicamente empatados. El otro cuarto es el voto negativo a todos que se expresó en abstención y votos en blanco. Esta semana propusimos no restringir el análisis a lo ideológico. Subrayo: no “restringir”, no poner exclusivo acento en este nivel. Por supuesto que hay que tenerlo en cuenta. Pero sin olvidar que las condiciones de existencia son las que influyen y mucho en la formación de las ideologías, de las conciencias políticas”. Y mucho más en los votos. Entonces, una pregunta que debiera ser obligada es ¿“qué hizo Frente de Todos, la coalición entre kirchnerismo, peronismo, massismo con las condiciones de existencia” de clases y sectores populares? No es necesario apelar a números para afirmar que la vida popular empeoró y mucho en estos cuatro años. La deuda de Macri, pandemia, guerra, sequía, todo eso ocurrió. Pero estos imponderables no afectaron a todos por igual. Y cuando hay crisis, es una decisión política la que dictamina dónde, en quiénes recae el mayor peso de esa crisis. Un solo ejemplo y que transcurre en este momento. La deuda es un problema que el gobierno decidió resolver pagando. Quién la paga pudo ser la pregunta desde el principio. Pero no.El lunes el Fondo pidió una devaluación del 22 % y el Ministro de Economía devaluó un 22 %. En la mañana de hoy nos estamos enterando de qué manera la totalidad de los productos de consumo popular terminan alineándose para arriba con esa devaluación. Nos terminamos de enterar “de qué manera somos por lo menos el 22 por ciento mas pobre” que el domingo, como se dijo mucho esta semana. Esta devaluación  no fue el mejor comienzo para recuperar voluntades populares. No fue la mejor medida “electoralista”, lo digo así.Mejor es lo que dice y propone el diputado y titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky. Dice que si el gobierno  “hubiera movido los salarios” y “recuperado la distribución de la riqueza, hoy no estaríamos hablando de Milei”. Y recomienda a Alberto Fernández salir de la senda del ajuste y otorgar una suma fija de 75 mil pesos para todos los salarios y haberes, jubilados y pensionados. Podríamos decir que lo que propone Yasky es poco. También podemos decir “algo es algo, peor es nada”. Pero, seguro, la política electoral acertada en lo inmediato pasa por ahí.  Y por las medidas mucho mas profundas que propone Grabois, que sacó menos votos que Massa pero tiene más en claro cuál es la política electoral para el 22 de octubre. Dice los resultados de octubre dependen "directamente" de las medidas que tome Sergio Massa. Propone  una "distribución de tierras para la construcción de viviendas, para la producción de alimentos y el salario básico universal por lo menos en las provincias más pobres" y así compensar la inflación. Para un próximo gobierno kirchnerista, peronista será necesaria una revisión crítica más profunda. Walter Benjamin, filósofo alemán de mediados del siglo pasado con mucha influencia actual en estudios sobre la cultura, en filosofías de la historia, decía que que detrás de cada fascismo hay una revolución fallida; que el surgimiento de los fascismos del siglo pasado fueron resultado del  fracaso de la izquierda, que no había sabido movilizar y explotar el resentimiento de la población, en este caso, resentimientos posteriores a la Primera Guerra Mundial. Acá, en la Argentina de hoy no tenemos  una revolución fallida. Podríamos parafrasear a Benjamin diciendo que hay un progresismo, un kirchnerismo, un gobierno nacional y popular (o como se lo quiera definir al Frente de Todos) fallido.  Y el resultado de este proyecto fallido es un malestar, un resentimiento canalizado a través de una derecha que no es fascista pero que sí tiene algunos rasgos. Pero, reitero el resultado final está abierto. Pero el camino del Fondo, del ajuste, es el peor camino para revertir lo que ahora asoma como la amenaza de la peor derecha argentina. Y recuerdo que ahora estamos hablando de pragmatismo electoral. Si Unión por la Patria quiere entrar en el balotagge y aún ganarlo, el camino de esta semana, el camino del Fondo y su ajuste es el peor camino. Lo sigo Grabois, con otras palabras: la campaña depende de las decisiones que se tomen en el Ministerio de Economía.

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