Roberto González y Natalia Salba, cocineros de Base Esperanza, dialogaron con Nacional junto a Marcelo “Chelo” Ayala, sobre los desafíos de cocinar todos los días para 60 personas en la Antártida.
Roberto y Natalia se prepararon durante un año para ejercer sus roles como cocinero y pastelera en el continente austral. En ese período adquirieron conocimientos sobre dosificaciones, cómo cocinar con productos en polvo y cuántas son las calorías necesarias para que los trabajadores de la Antártida afronten el frío y trabajo pesado.
La jornada inicia a las 6 a.m., y según señaló Roberto, la mayor complejidad es la preparación de alimentos para un gran número de personas. En cuanto al menú, se planifica de forma quincenal, y de ese modo aseguran un abastecimiento sin complicaciones logísticas.
Ambos cocineros disfrutan ver las reacciones de la gente al degustar sus platos. "Vamos intercalando para que prueben cosas distintas y no sea siempre lo mismo", comentó Natalia.
"Es un lugar inspirador; ves el empeño de Natalia y Roberto, el amor que le ponen y saben que estarán todo el año", señaló Marcelo Ayala. "Todos los días tienen que tratar de sorprender a sus comensales que van a ser siempre los mismos".
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