A pesar de que desde hace mucho tiempo se conocen las propiedades nutricionales del calafate (berberis), ha sido poco estudiado y aprovechado en Argentina, a diferencia del desarrollo que ha tenido en Chile.

Investigadoras argentinas han estudiado el carácter nutricional de la semilla, que generalmente es descartada en la producción de alimentos, siendo comúnmente desechada junto con la cáscara.

Nacional Calafate dialogó con Daniela Dalzotto, Licenciada en Ciencias del Ambiente y estudiante de doctorado con beca CONICET, quien en 2019 realizó su tesis de grado sobre la planta de calafate.

La investigación demostró que la semilla del calafate tiene un contenido de proteínas muy alto; entre otras propiedades, se encontraron elementos antioxidantes.

En cada fruto, que contiene entre 6 y 7 semillas, el 70 por ciento es semilla. Esta representa una gran parte del fruto y generalmente es considerada material de descarte. Sin embargo, esto podría tener un uso aparte, respaldando los principios de la bioeconomía o economía circular, donde todo se aprovecha y no existen los residuos.

Los beneficios son principalmente aquellos relacionados con la actividad antioxidante del fruto. La pulpa contiene numerosos compuestos llamados polifenoles, producidos por las plantas como defensa ante condiciones ambientales extremas. Consumirlos puede ofrecer propiedades antioxidantes y beneficios relacionados con enfermedades como la diabetes y el cáncer.

Otro aspecto destacado por la investigación es que las plantas en suelo argentino tienden a desarrollar más estos compuestos, ya que las condiciones ambientales son más adversas.