En un ámbito de discusiones acerca de la naturaleza y el propósito de la música, la puja entre Brahms y Bruckner fue una de las representaciones posibles del enfrentamiento, que no fue tal, entre wagnerianos y brahmsianos; o entre el poema sinfónico y la sinfonía, o mejor, entre quienes se jactaban de ser portadores de la modernidad y quienes, en cuanto ligados a la tradición, por default quedaban en el bando de los conservadores. Bruckner estaba llamado a representar el sinfonismo desde el versante wagneriano, contra Brahms…
Santiago Giordano recorre las diatribas entre ambos bandos en este fragmento de Las Fantasías del Caminante que, como todos los lunes, dedicamos a las sonatas de Brahms. Esta supuesta rivalidad, aunque no exenta de exabruptos, es la excusa perfecta para escuchar su estupenda Sonata para violoncello en Fa mayor Op. 99 en la versión de Mstislav Rostropovich en violoncello y Rudolf Serkin en piano.
- Las Fantasías del Caminante. De lunes a viernes, a las 16.
- Idea y conducción: Santiago Giordano.