La flauta es uno de los instrumentos más antiguos. La sencillez de su estructura posibilitó desde tiempos muy remotos que se utilizaran los más diversos materiales para hacerla, tales como hueso, madera y cerámica. Se basa en un tubo que, al tener algunos orificios, permite la salida del aire introducido dentro del mismo y que, al taparlos, genera diferentes sonidos.
En el siglo XIX, Theobald Böhm, flautista e inventor alemán, se encargó de realizar en la flauta traversa algunas modificaciones que facilitaron su uso. Estos cambios consistieron en agregar las llaves para que, de manera más fácil, se pudieran cubrir los agujeros de la flauta traversa y que hicieran que esa acción fuera más precisa y se lograra, por lo tanto, un mejor sonido. Los cambios que hizo Böhm a la flauta traversa se mantienen hasta hoy. También se han modificado los materiales con que se fabrican estas flautas; de hecho, la mayoría de ellas son hoy metálicas. Pese a ello, se las sigue considerando “maderas” dentro de las orquestas. Existe una enorme variedad de flautas traversas, también conocida como flauta travesera o flauta alemana, presenta una enorme variedad de formas, desde la más pequeña o “piccolo”, que supera apenas los 30 cm de largo, hasta la flauta doble contrabajo, con un tubo de más de 5 metros.
Los invitamos a escuchar entonces de Franz Benda el Concierto para flauta traversa en mi menor, por Matteo Gemolo en flauta y el ensamble Noxwode.
Producción: Carlos Díaz Rocca.