Lorena Paola Rojas Trascendió hace algún tiempo, a partir de haber realizado un festival de música, con el objetivo de recaudar fondos para poder llevar a su hijo Bruno a Chile, donde le realizarían un tratamiento de rehabilitación, vital para su hijo.
Lorena había comenzado a tener problemas de salud a partir de su segundo embarazo, cuando desarrolló preeclampsia.
“Eso deterioró mis riñones -explicó- nació Bruno, sin signos vitales, estuvo dos meses y medio en Neo. En junio de 2009 caí en diálisis, llegué a no poder respirar, con una insuficiencia renal terminal. Sinceramente no sabía que el riñón es tan vital para nuestro cuerpo”.
En relación a la donación de órganos, señaló que “en su momento cuando me hicieron los documentos pregunté cómo se trataba y decidí que sí, porque había visto en la tele niños que necesitaban donación de médula y me tocó a mí vivirlo en carne propia, el poder tener la oportunidad de volver a vivir, de ser una persona plena y llena de felicidad, porque la salud lo es todo en la vida del ser humano”.
La donante fue una de sus hermanas, luego de la diálisis y posiblemente a consecuencia de ello, necesitó una cirugía de corazón. Mi hermana, la donante está muy bien, pasó los dolores lógicos de una cirugía pero gracias a Dios está bien”.
Finalmente Lorena instó a perder el temor ante la donación de órganos: “no teman a donar órganos, porque eso salva la vida de una persona que quiere seguir viviendo. Estamos muy susceptibles a lo que pasa a nuestro alrededor, hay inseguridad, problemas económicos, la sociedad no está bien, pero tenemos que ser generosos con nuestro prójimo, vinimos a este mundo para darnos la mano unos a otros, miles de compañeros que tuve en diálisis, hay que informarse y darle la posibilidad a otra persona de que tenga salud y pueda ser feliz. Detrás de cada persona que necesita un trasplante hay una familia. Hago un llamado a la sociedad de que pensemos que estamos bien, todo va a salir mejor y si ayudamos aún más”.