Siete choferes de colectivo fueron detenidos acusados de participar en la toma de la sede salteña de la UTA ocurrida el 12 de septiembre pasado y en la que mantuvieron de rehén a su secretario general, Jorge Flores, reclamando su renuncia. De esta manera, ya son once los gremialistas imputados por los delitos de secuestro coactivo, daños y robo en poblado y en banda, ya que luego de la toma se detectó el faltante de más de medio millón de pesos en efectivo y cheques.
Por su parte, el juez a cargo de la causa, Ignacio Colombo, dictó la prisión preventiva para los detenidos.
Mientras tanto, los familiares de los gremialistas detenidos consideraron exageradas las calificaciones penales y que se trata de una persecución política en contra de los trabajadores por luchar contra los despidos en las empresas de transporte.
Así lo manifestó Malvina Astorga, esposa de Omar Pereyra, uno de los sindicalistas detenidos:
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