MICROS

Salamancas y caminos presenta: “Ramón Ayala, el poeta que nunca tuvo tiempo para envejecer”

La Pachamama nos enseña que no hay dueños de los pájaros, ni de los ríos, ni de los árboles. Sin embargo, los que se creen dueños del mundo arrasan con los pájaros, los ríos y los árboles.

Los árboles muertos sobre la Tierra roja/ parece que toda la sangre/ se hubiese volcado en ella.

Por eso es fundamental, que los que acuden al llamado de la Tierra, los trovadores y los poetas, sean amigos del sol y la luna, devotos de la montaña y de la selva, soldados de la lluvia, capitanes del zonda y del pampero.

Yupanqui decía que el hombre es Tierra que anda, Ramón Ayala es Tierra Roja que anda, es duende que anda

¡Qué cosa hermosa es el hombre/ hecho de luz y de Tierra/ parado sobre los siglos/ andando sobre el planeta!

Ramón Ayala es selva que anda, es una de las pequeñas argentinas que andan, uno de los peregrinos países culturales de este gran país.

En medio de tantos envenenadores del mundo, Ramón Ayala crea una obra para sanar el mundo.

Soy la calandria que solloza estremecida. / Soy el dolor del monte preso en su agonía./ Soy el clamor del río por el horizonte/ Soy la pasión que vuelve en cada amanecer

Así las canciones de Ramón Ayala custodian los ríos, le cantan al Moconá,

Adentro del río, adentro/ los ojos del jangadero/ preso en su tumba de agua/ allá por el Moconá/ sueñan con llevar la luna/ para su rancho alumbrar

Al Iguazú,

¡Ay! Golondrina también yo quiero morir/ y en la bruma del tiempo otra vez vivir/ en mi viejo Iguazú

Al Paraná,

Me acuesto por la picada a orillas del Paraná/ me cubre un poncho de estrellas/ de lento andar

Al Uruguay,

Con música del silencio/ cuerpo de jacarandá/ dirán sus cuerdas maduras/ rumores del Uruguay

Ramón Ayala el que aborda la muerte del árbol

¿Adónde habrán hechos sus nidos/ los pájaros de tiniebla/ que han volado?/ ¡Un bosque de árboles muertos/ achicharrados!

El trabajo del cachapecero, el jangadero, las casas de la madera y hasta la fatal reflexión de querer como última morada, una modesta cruz de madera

La obra de Ramón Ayala nos enseña que cada personaje de la selva es una patria, cada personaje del río un país; cada gurí trabajador, nuestro pueblo

Pata Bolí, siete años, / flecha de luz en los ojos,/ corre con los diarios/ apretados bajo el brazo/ llevando la voz del mundo/ por el cielo de Posadas

María Pucú ya siente/ caminar la primavera/ por las chuzas de su pelo/ y en los ojos tiene un duende/ que se mira en sus caderas/ igual que la roja tierra/ cuando la fecunda el tiempo

Ramón Ayala, uno de nuestros próceres de la Independencia cultural

Vuelvo en tu voz/ Por tu raíz/ Por el dolor del guaraní/ Vuelvo en tus ojos Tierra/ Para vivir/

Tu eres la perla del sur/ Y mi ciudad flor litoral/ Puente de luz/ En la hermandad/ de la América total

Locución: S. M. Tovarich
Idea y Guión: Pedro Patzer
Edición Artística: Fernando Salvatori
Producción: Alejandro Carosella
Actor Invitado: Oscar Naya
Dirección Artística: Marcelo Simón