La séptima fecha de la Superliga les dejó a los equipos grandes muy diferentes sensaciones. Comenzamos con Boca que sólo juega éste torneo y la definición no puede ser más exacta, aplasta a los rivales, los reduce a la mínima expresión, hay una diferencia abismal con respecto a los demás que hasta da miedo y uno puede llegar a decir que, mientras Boca no se distraiga con otros torneos, los demás juegan por el segundo puesto.
Aunque el técnico Guillermo Barros Schelotto, ante la pregunta de nuestro compañero Nicolás Álvarez, señaló que como el Boca de Bianchi no habrá ninguno igual.
Siguiendo con los demás grandes, todo lo contrario ocurre con River que está metido en la Copa Libertadores y cede oportunidades en la Superliga recibiendo la goleada más grande en el ciclo Gallardo.
San Lorenzo se afirma con el “Pampa” Biaggio en el banco y consiguió una victoria ante Temperley, aunque en el debe le quedó un partido que se lo llevó por eficacia.
Nos damos una vuelta por Avellaneda y el panorama es parecido pero diferente. Racing piensa en la Copa Sudamericana y su técnico Diego Cocca no consigue el funcionamiento óptimo y el crédito se va agotando teniendo, en el partido del miércoles, una verdadera final.
En la otra vereda está el “Rojo” que no logra traducir en la red todo lo que crea, cuando lo logra golea como lo hizo en Asunción y espera muy tranquilo su revancha por la Sudamericana
Semana de definiciones para tres grandes
Veremos cómo les va.
Nos vemos en la próxima.