La Justicia salteña condenó a un médico a tres años de prisión por entender que fue responsable del homicidio culposo de Luciano Martínez, un niño de 7 años que había sido trasladado a la Hospital Materno Infantil de Salta luego de haberse golpeado la cabeza en su escuela del paraje de Isonza, en los Valles Calchaquíes.
Walter Pereyra era el profesional que debía controlar la salud del niño la noche en que falleció y que, según la Justicia, no cumplió con su tarea. Además de la condena penal, fue inhabilitado por dos años y medios para ejercer la profesión.
Por su parte, los otros cuatro médicos acusados de mala praxis fueron absueltos, dos de ellos porque el fiscal entendió que no tenían responsabildad en el hecho, y los otros dos por el beneficio de la duda.
Los familiares de Luciano Martínez cuestionaron el fallo por entender que los profesionales absueltos también tuvieron responsabilidad en la muerte del niño.