María Laura Santillán recibió la visita del abogado Diego Pirota, quien representa a la familia de la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin. El letrado apuntó a la responsabilidad de los médicos y de la clínica y además contó que trabajan sobre la hipótesis de que el endoscopio que usaron no es el que entregaron a la justicia: “Pensamos que lo cambiaron. Esos endoscopios no se usan más”.
Pirota dijo que "el comunicado de la clínica fue penoso. Nada de lo que ellos hablaron tiene que ver con lo que sucedió. No tenía una patología declarada antes de ingresar para hacerse ese estudio".
Relató que de la autopsia surgió que Pérez Volpin tenía “enormes” de “más de 10 centímetros de largo” en su esófago por lo que hace pensar que “las causas de la muerte están vinculadas con el procedimiento que hicieron en la Trinidad” y con la “intervención de los profesionales”.
Aseguró que a la familia “lo único que les interesa es saber la verdad” y “no hay ninguna intencionalidad económica”.
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