Luego de una década de profunda sequía los causes de agua de la Provincia del Neuquén han perdido entre el 20% y el 30% de sus caudales poniendo en riesgo el suministro del bien para las ciudades, generación de energía eléctrica, industrias, riego y turismo.
Hasta la fecha se ha mitigado el problema gracias a las represas sobre el Río Limay y el Río Neuquén que guardan agua en invierno para su uso durante el verano.
Pero la situación en el Río Neuquén es grave debido a sus caraterísticas naturales y a que cuenta con solo un embalse.
Elias Sapag, Representante de Neuquén ante la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas se encuentra en Buenos Aires para alertar a las autoridades nacionales sobre la situación. En diálogo con Radio Nacional describió el momento por el que pasa el sistema hídrico provincial.