En la década de los años 70 construida la Escuela Agrotécnica XXIII de la localidad de Sarmiento, cuyo iniciador fuera el cura párroco Juan Bautista Pettiti y su grupo del Consejo Parroquial, construyeron en el predio de la escuela una ermita para que el alumnado encontrara en la Virgen María, la fuerza para vencer la soledad y la lejanía de sus seres queridos, ya que eran alumnos internos de distintos lugares de la provincia.
Con esta idea es que surge, de parte de los feligreses peregrinos, que el 8 de diciembre -fiesta de la Madre celestial- se rindiera homenaje y en el año 1980, como recuerdo del Año Mariano Nacional, se construye la ermita en la Av. San Martín de la localidad.
En 1982, en tanto, un grupo de excombatientes peregrina a un paraje denominado entonces “Puerta del diablo”, lugar inhóspito y peligroso para los viajeros, lo que finalmente fue convertido en la Puerta de la Virgen donde se emplazó una figura de la Virgen.
El deseo de la comunidad y viajeros dio las esperanzas para soñar algo mejor y preparar el espacio para desafiar las inclemencias del tiempo y a la vez, encontrar un reposo bajo el manto de la Virgen y un abrigo seguro para las celebraciones.
Es así que pobladores de los departamentos Alto Río Senguer y Sarmiento, animados por la atención espiritual de los sacerdotes, hicieron que esta demostración de fe sea interparroquial y que cada vez sean más los peregrinos que se acercan al lugar todos los años, destacándose especialmente a la juventud, quienes año tras año peregrina toda la noche para llegar al lugar y participar de la Santa Misa.
El aumento de peregrinos hizo que este sueño, como semilla de fe hacia la Virgen María, hoy comprometa a la comunidad a lograr algo mayor, con mejores condiciones para quienes se acercan al lugar y es por ello que se solicita colaboración para la construcción de un lugar más acogedor y digno de recibir a los peregrinos, con lo que año tras año el lugar sigue embelleciéndose, lográndose la iluminación del espacio de la ermita, y una vez rellenado el predio, se comenzó a forestar con pinos y otras especies arbóreas donadas por la comunidad, gracias a lo cual en el año 2000, se logró la inauguración de la ermita, lo que fue declarado de interés municipal y provincial.
Comunicación con Ernesto de la comisión organizadora a “Estación Alfa”: