Las petroleras tenían previsto aplicar una suba estimada entre el 2% y el 2,5% a partir de este jueves 1° de agosto; sin embargo, en las últimas horas se dio dio marcha atrás. El incremento previsto tenía que ver con la aplicación del impuesto a los combustibles, que sube en función de la inflación del primer trimestre.
Pero un decreto de última hora dispuso que la actualización será de 0,31 de centavos para la nafta y de 0,19 centavos para el diésel. Por lo tanto, las petroleras no lo trasladarían a precio final. Alberto Boz, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior, dialogó con Súbeme la radio.
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