Moroco Colman Córdoba

"A veces hay que mostrar las cosas de una manera más brutal"

La película La noche más larga se convirtió este jueves en el primer estreno nacional en exhibirse en las salas tras el párate de la actividad ocasionado por la pandemia en nuestro país. El filme producido integralmente en Córdoba y que sólo había podido ser presentado en Alemania, está basado en los crimenes de Marcelo Sajen, el violador serial que mantuvo en vilo a la Ciudad de Córdoba durante la década de los noventa y comienzos del nuevo siglo.

Moroco Colman, el director, tenía 35 años cuando la historia que relata la película encontró su final, estuvo cinco años trabajando en el guion que finalmente pudo rodarse y estrenarse a comienzos del 2021. “Me parece que en este momento faltan solucionar muchos problemas en torno a la violencia contra las mujeres y traer un hecho del pasado a la actualidad, hace que esas cosas se revisen y se ponga en debate. Creo que el cine es eso, sirve para interpelar”, dijo en diálogo con Radio Nacional Córdoba.

Para Colman, La noche más larga también es un aporte importante a la memoria colectiva. “Hay camadas nuevas que no conocen el caso, tanto para las personas más jóvenes como para quienes fueron contemporáneos a los hechos. Hablando con mucha gente me di cuenta de que hay mucha desinformación. Ahí está la película para poder informarse”, señaló el director que destacó el trabajo de recopilación de archivo que exhibe el filme. "Encontrarse con ese material es una de las cosas que más sorprende al espectador", afirmó.

En esa dirección, el cineasta valoró el trabajo de los periodistas Dante Leguizamón y Claudio Gleser en el libro La marca de la bestia (2006), que terminó aportando a la investigación previa que enriqueció el trayecto que Colman ya se había decidido a emprender. "El libro fue un material de consulta, pero la película es una libre interpretación. Uno puede tomar miles de enfoques y hay que elegir qué camino elegir", describió.

Tras el estreno, el director advirtió que hay espectadores que salen "shockeados" y que le manifiestan la necesidad de "procesar" lo visto en la película. Él destaca esa sensación como algo positivo. “A veces hay que mostrar las cosas de manera brutal para que a la gente le caiga la ficha. Es una película fuerte, soy consciente de eso. Es algo muy tremendo lo que pasó por eso quise ir por ese lado”, explicó.

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