El Departamento General de Irrigación en cooperación con la Legislatura Provincial promovió, este lunes pasado, una exposición sobre ampliación de capacidad de riego en Argentina, con la intención de conocer las probabilidades a futuro en materia de producción sustentable, calentamiento global, inversión y tecnificación en riego, entre otros factores. La conferencia estuvo a cargo de Luis Loyola, ingeniero mendocino y especialista en infraestructura rural y recursos hídricos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO (por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization). A raíz de esta significativa exposición, donde se dieron cita referentes de la dirigencia local, diversos decisores de la economía y sociedad, además de medios de comunicación; se generaron, en algunas ediciones locales, una serie de auguriosas interpretaciones sobre las proyecciones que entregó Loyola en el recinto. Algunas de estas interpretaciones mostraron un excesivo crecimiento en hectáreas irrigadas y se pensó en que se podría llegar a cuadruplicar la superficie irrigada en la provincia. Esta información es inexacta.
Algunos medios de prensa tomaron un dato correcto, y lo interpretaron mal. Loyola afirmó que “en Mendoza se puede incrementar un 13 por ciento la superficie irrigada”. Esto es, un 13 por ciento más de lo que actualmente está irrigado. No es llegar al 13 por ciento del territorio provincial. No hay posibilidades de cuadruplicar la zona bajo riego en la provincia. El ingeniero Loyola presentó un complejo análisis de FAO sobre como nuestro país puede ampliar su capacidad de riego y esto, a su vez, como podría aumentar la producción de alimento a gran escala. En este sentido, el estudio prevé una serie de precisiones y proyecciones que ayudan a planificar el futuro y optimizar los recursos. El ingeniero Loyola comentó ciertas cifras en su exposición, pero no registró en ninguna de sus charlas que se pudiese cuadruplicar la superficie irrigada
de Mendoza: “Argentina tiene un potencial muy grande de producción y en un escenario prospectivo de crecimiento mundial de la población sería necesario incrementar un 40 por ciento la producción de alimento. Y esto puede ser una oportunidad interesante para nuestro país. Así que en colaboración con el Ministerio de Agricultura de la Nación y PROSAP nos enfocamos en el potencial que posee Argentina en el riego como herramienta para intensificar la producción. Este fue un abordaje que no existía anteriormente. Estudiamos tanto en la agricultura irrigada como en economías regionales. Un trabajo de dos años y con gran participación de profesionales mendocinos”.
Posteriormente agregó: “Las conclusiones del estudio prevén que es viable y que a finales de 2014, Argentina regaba 2 millones 100 hectáreas. Posteriormente nos dimos cuenta que el potencial de riego integral, que es el que usamos, se puede intensificar en un 40 por ciento más. En Mendoza se podría intensificar la superficie irrigada; claro, esto con las inversiones necesarias y según los escenarios de cambio climático que se presenten podría existir una oportunidad. Esto involucra grandes inversiones y propuestas de marcos normativos, incentivos para el uso eficiente y aspectos socio culturales entre otros”. Loyola finalmente aclaró: “En Mendoza, puntualmente, si se tiene en cuenta que a mayor temperatura se requiere más agua, se puede incrementar un 13 por ciento la zona irrigada de la provincia.