Sebastián Sosa era un niño cuando junto a su familia viajó desde Argentina y permaneció durante cinco años en Bielorrusia para ayudar a las víctimas de la explosión nuclear de Chernobyl, ocurrida a pocos kilómetros del lugar.
El accidente de Chernobyl sucedió el 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión Soviética. La central se ubica a 17 km de la frontera con Bielorrusia.
Sebastián Sosa vive hoy en Estados Unidos y dialogó con la Radio de Todos sobre su experiencia, tras viajar a la zona en el año 1993. Dijo que a la población de la zona afectada le costó hablar del tema por la estructura de control que existía en la URS: