El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó en 2009 a la Casa Blanca con un mensaje de esperanza y unidad. El demócrata, que se convirtió en el primer presidente afroamericano de su país, prometió  el fin de los odios étnicos y el advenimiento de una era post-racial.

Obama quiso acabar con las guerras y transformar su país, pero se chocó con una realidad compleja. Intentó cerrar la prisión de Guantánamo, símbolo de los peores excesos del Gobierno anterior, pero no pudo. Puso fin a décadas de hostilidad diplomática con Cuba e Irán, pero chocó con Rusia.

Barack Obama fue el presidente que regularizó a centenares de miles de inmigrantes que habían llegado a EE UU de niños, pero rompió el récord de deportaciones de personas sin papeles. Reformó el sistema sanitario y amplió a la cobertura a 20 millones de personas sin seguro médico, pero preservó el carácter privado del sistema y quedó lejos de la cobertura universal.

El mandatario deja después de 8 años en ele poder el trabajo a medias y en peligro de demolición tras la asunción, el próximo 20 de enero, del republicano Donald Trump.

Compartimos un informe del área internacional de la Radio de Todos.