Oscar “Cholo” Gómez Castañón entrevistó a Roberto “Kolla” Chavero, músico argentino, poeta, cantautor.
Único hijo de Nenette Pepin Fitzpatrick de nacionalidad francesa y Roberto Chavero Aramburu conocido en el mundo de la música folklórica como Atahualpa Yupanqui.
Chavero se ha ocupado de preservar la obra de su padre a través de su labor al frente de la Fundación Atahualpa Yupanqui (FAY) creada en mayo de 1987 y cuya sede es la propia casa paterna en el Cerro Colorado donde hoy funciona el Centro Cultural Agua Escondida, que desarrolla acciones de protección integral del patrimonio cultural argentino y latinoamericano.
En el año 1999 se presentó por primera vez ante el público en Radio Nacional, en un homenaje a su padre, y desde entonces no dejó de componer y musicalizar letras y poemas de Atahualpa. Ha actuado en importantes teatros del país, de Río Grande do Sul en Brasil y en festivales de Uruguay.
"Yo toda la vida he cantado para mí para mi casa pero cuando empecé a difundir la obra de mi padre lo hacía a través de otra persona y siempre buscaban los temas más conocidos obviamente no, y quedó mucho repertorio de mi padre en el olvido por los años que estuvo prohibido. Entonces un día tome la decisión, los voy a cantar yo para hacerlos conocidos, algunos por lo menos. Y empecé a cantar, y no, no en realidad no soy una fotocopia de mi padre, no me siento tampoco ni pretendo emularlo. Él era él con toda su historia, toda su vida y yo soy yo, o sea como dije recién, hijo de una francesa que me llevó apenas llegamos con un año, al Cerro Colorado a vivir porque mi padre estaba en el exilio y ahí me enseñaba el francés. Ella quería que yo hablara francés. Así que fue mi lengua materna y aprendía el castellano de los criollos de Cerro Colorado. Así que digo siempre que soy un normando que se crió en Cerro Colorado».
Yo creo que mi padre más allá de su condición de poeta, escritor, músico, intérprete creo que fue un pensador alguien que era muy sabio, digamos nadie nace sabio, pero sí se nace con condiciones para ir hacia la sabiduría y yo creo que él fue uno de esos casos. Entonces en la medida que fue pasó fueron pasando los años creo que cada vez fue más importante su palabra su concepto, su mirada sobre la vida, fue más universalista Y para mí eso es muy importante, porque siento que realmente hace falta que su palabra esté presente. Suelo decir que nosotros no lustramos el bronce de mi padre que se lo ganó en vida, nosotros lo que hacemos es difundir su legado que es patrimonio de todos.
Hay muchas canciones todavía inéditas o sea inéditas que no han sido grabadas, quedan textos escritos, el hacía programas de radio en algún tiempo y escribía las glosas son hermosas, las glosas que escribía previo a la presentación de sus canciones Así que queda material y el trabajo nuestro es reeditar los libros que él escribió, son ocho libros que publicó en vida. Eso lo hacemos con la Universidad Nacional de San Luis y hemos hecho como dije este cinco libros más, primero sus cartas, las cartas que le escribe a mi madre que van del año 42 hasta la muerte de mi madre en el 92. Son 50 años y es una especie de viaje por el mundo a través de sus años y también un viaje en la vida de mi padre. La riqueza de este libro para mi reside en que permite conocer al personaje más allá del escenario y no hay mucha diferencia. Y eso para mí es porque creo que también la marca de mi padre era la autenticidad lo genuino ser lo que soy, no disfrazarme».
Etiquetas: Atahualpa Yupanqui, Pan casero, Roberto Kolla Chavero