Visitó el estudio de Nacional Folklórica y dijo que en una investigación detectó la presencia de 35 ritmos en la provincia de Buenos Aires y algunas otras variantes.
Acompañado por su guitarra Atilio brindó una clase diferenciándolos y haciendo una pequeña reseña de ellos.
El triste, por ejemplo, generalmente “tiene una temática amorosa”, aseveró y agregó que muchas veces es la expresión de un amor “no confesado”.
Por otra parte, recordó su vida en el campo, donde junto a su familia se hicieron cargo de un tambo; habló sobre las tres leguas que tenía que recorrer a caballo para ir a la escuela y los diferentes trabajos que realizó durante su permanencia en la estancia Santa Elena.
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