El 20 de junio fue el día de la bandera y el mismo martes pueblos originarios fueron protagonistas políticos en Jujuy el día en que el gobernador Gerardo Morales anticipó con cuánta represión va a responder a reclamos de derechos si Juntos por el Cambio gana las elecciones presidenciales. Hacemos coincidir en un mismo día a estos dos actores, uno individual (Manuel Belgrano) y otro colectivo, forzando un poco las cosas, porque el creador de la bandera –entre muchas otras cosas- fue el defensor de los derechos de los pueblos originarios, más convencido, militante de su tiempo.
En todos sus escritos aparece la preocupación de Belgrano por la integración indígena. Por ejemplo, en sus artículos para el periódico el Correo de Comercio, elogió la educación que los indios pampas impartían a sus hijos. También valoró positivamente a su organización que atribuía a una correcta jefatura del cacique. Muy lejos de sus contemporáneos, que los consideraban bárbaros, salvajes y aún no humanos.
Propició la creación de una Escuela de Comercio y de una Escuela Práctica de Agricultores. Pensaba que estas instituciones favorecerían la situación educativa, económica y social de los campesinos y de los indígenas. Después del triunfo de Revolución de Mayo, redactó un documento en el que sentó posición sobre los derechos y obligaciones de los pueblos originarios que él llamaba “naturales”. Su articulado disponía que “todos los Naturales son libres, gozarán de sus propiedades, y podrán disponer de ellas, como mejor les acomode; están habilitados para todos los empleos civiles, militares, y eclesiásticos”; se les darán gratuitamente las propiedades que ocupan y trabajan. Este martes 20 de junio “indígenas” o “naturales”, como diría Manuel Belgrano, reclamaron y fueron reprimidos por reclamar mucho menos de lo que él propuso a partir de 1810.
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