La fiscal de Estado, Mónica Lionetto, y la ministra de Educación, Analía Berruezo, defendieron la educación religiosa en las escuelas públicas, negaron que haya prácticas del catolicismo y, por lo tanto, la discriminación.

La ministra Berruezo tuvo que responder por cerca de una horas las preguntas de los jueces de la Corte Suprema que hicieron sus reflexiones respecto de los testimonios brindados por los amigos del Tribunal que se presentaron los días anteriores.

Cabe recordar que fue la última de las cuatro audiencias que convocó el máximo tribunal argentino en el marco de un amparo que presentaron madres de alumnas y alumnos salteños por la imposición de la educación religiosa.
Ante la audiencia, Berruezo aseguró que disponer religión como materia aporta a la educación integral: