Durante el reciente seminario organizado por la Produce Marketing Association (PMA) en Chile, importantes representantes de la industria se reunieron para debatir sobre las oportunidades para Chile en nuevas variedades, enfocándose principalmente en los productos como las uvas de mesa, arándanos y manzanas.
Manuel José Alcaino, presidente de Decofrut, quien resaltó que para las uvas el mayor desafío es lograr un recambio de variedades más ágil, pero que lamentablemente en algunos casos está condicionado por la obtención de licencias y el pago de royalties. En su presentación, Alcaino realizó una comparación de cómo se han ido adaptando Chile y Perú al escenario del recambio varietal, y señaló que en el caso de Perú, la industria aún muestra una fuerte dependencia de las plantaciones de Red Globe, pero el arranque de esta variedad se ha hecho evidente en las dos últimas temporadas, pasando de un 71% de participación en 2015/2016, a un 55% 2016/2017*. Según la exposición de Alcaino, las exportaciones de variedades nuevas de la temporada pasada estuvieron enfocadas en 5 nombres: Sweet Celebration , Arra 15 , Timpson , Magenta y Sweet Jubilee . Al revisar las estadísticas de California, donde las nuevas variedades alcanzan el 50% del volúmen de participación en la categoría, ¿la razón? en EE.UU. el desarrollo genético de nuevas variedades ha sido prioridad para la industria, a través de programas de mejoramiento e investigación, que genera que los productores locales tengan disponibles – casi inmediatamente – los nuevos materiales para su producción. Phil Macy de la cadena de supermercados Sam’s Clu fue categórico en su análisis y dijo que “no todo lo nuevo es mejor”, aludiendo a que hay muchas nuevas variedades que ha visto en California que no tienen sabor. “La principal característica que hemos visto que los consumidores buscan en las uvas es que sean crujientes y sabrosas. Hemos visto que Scarlet Royal, por ejemplo, es muy amarga, y Thopson Seedless está quedando obsoleta porque no se almacena bien”.
Sergio Maureira, del Consorcio Tecnológico de la Fruta (CTF) dijo que era importante que Chile comenzará a desarrollar variedades pensadas para las condiciones del país. “Chile ya entró en el juego de crear variedades. Nosotros estábamos acostumbrados a traer variedades que se daban bien en otras condiciones, podíamos intuír que una variedad que se daba bien en California podía replicar los mismos reesultados en Chile, pero eso no es siempre así y por eso estamos trabajando por hacer este desarrollo en Chile”.
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Las bodegas de la Patagonia se unieron para promocionarse como origen vitivinícola.
Las bodegas patagonicas presentaron sus novedades y también hubo un espacio para disfrutar y maridar la gastronomía de la mano de los chefs de la región. El evento fue organizado por “Wines of Patagonia” (WOPA) y tuvo la participación de más de 25 bodegas patagónicas que convirtieron el espacio en un gran escenario para posicionar a los vinos La región, integrada por 3736 hectáreas de viñedos en cuatro provincias, aporta apenas 2% de la producción del país, pero exporta casi el doble, según explicó Roberto Schroeder, presidente de la bodega neuquina Familia Schroeder y de Wines of Patagonia, entidad que apunta a impulsar las
ventas de la región, a través de un Plan Estratégico fijado en 2016. Como primer paso de ese plan, se realizo la primera Expo Vinos de la Patagonia en Buenos Aires, donde bodegas de Neuquén, Río Negro, Chubut y La Pampa mostraron sus vinos.
En cuanto a producción, Neuquén lleva la delantera, le sigue Río Negro, La Pampa y Chubut, con Malbec, Pinto Noir y Merlot son las cepas que más se elaboran en la zona. “La mayoría exporta cerca del 40% de su producción, un porcentaje mucho mayor al resto del país”, destacó Schroeder. “La calidad que en Mendoza se logra en altura nosotros la tenemos por latitud. La exportación funciona como un vínculo de calidad.