-Vamos a tener que aprender una nueva forma de trabajar y una nueva manera de convivir: con mucho respeto hacia el otro –dice Marcelo Rossi (audio), de la disco Paolo de calle Fitz Roy al 300.
Agregó que “siento orgullo por cómo se portó el pueblo argentino: hemos cumplido con honores este desafío”.
La disco Paolo cuenta con unos 12 empleados, aunque según lo que dijo Rossi no viven exclusivamente del trabajo que realizan los fines de semana.
-Igualmente hay algunos de ellos que son monotributistas y también están sin trabajo.
Reflexionó que “debemos respetar este problema que afecta la salud, pero sin tener miedo”.
Además dio su punto de vista de la actuación de la Municipalidad de Bahía Blanca, de los bancos y de las empresas de servicios en estos momentos de cuarentena.
Otros “bolicheros” también hablaron con Radio Nacional Bahía Blanca de cómo los afecta esta cuarentena obligada por el peligro de contagio de Covid 19.
“¿A 2 metros y con barbijo…?”
El organizador de Retrofiestas Arizu, Pablo Lojero, dice “no creo que nos den luz verde para volver a la actividad hasta que no haya una vacuna o un procedimiento seguro que asegure la cura”.
Retrofiestas se hace en los salones Arizu y “veníamos haciendo 3 fiestas por mes, veníamos bien. La última fue el 7 de marzo y dudé en hacerla porque ya veía que venía complicado. Es sólo una cuestión de lógica”.
Pablo viene del mundo de los DJ´S y dice: “Todo lo que tiene que ver con nuestra actividad está parado”.
Y estima que aunque se levante totalmente la cuarentena “será difícil que la gente se anime a ir a un lugar como un restaurante o un boliche: uno va a ahí a hacer un vínculo, a encontrarse con alguien, a compartir… ¿Qué lo va a hacer, a 2 metros y con barbijo?”.
Se reiventó para pasar la cuarentena
-Nos tratamos de reiventar –es la frase que elige Fernando Rabbione.
“El Tero”, como lo conocen todos, es propietario de Bronx en Bahía Blanca y de Bronx, Margarita y La Previa en Monte Hermoso.
Se reiventó con el delivery desde otro de sus emprendimientos y dice que para eso contó “con la buena predisposición de los empleados” que son alrededor de 35.
-Algunos ofrecieron sus motos para trabajar y si bien a mí el delivery me da pérdida, la idea es que los chicos tengan trabajo.
También cuenta con la ayuda del Estado, de los dueños de los locales que le rebajaron hasta casi el 50% los alquileres y que con eso “y algo que pongo del bolsillo la vamos llevando”.
Sobre el regreso normal a la actividad, Rabbione dijo que no lo ve claro todavía.
-No creo que desde el Estado se animen a liberar nuestra actividad hasta que no estén totalmente seguros de que no hay riesgos –dice el empresario que “justo antes de la pandemia teníamos otro proyecto en marcha en la avenida Alem”.
Se mostró comprensivo con las decisiones que se toman desde el gobierno nacional.
¬-Estar encerrados provoca problemas económicos, sin dudas, pero entiendo que no estar encerrados terminaría con muchos muertos. Es la decisión menos mala.
“La incertidumbre nos tiene mal”
El propietario de Rossini en Bahía Blanca y de La Frontera en Sierra de la Ventana, Rodrigo Catini, dice que está sufriendo la incertidumbre.
-Eso es lo que nos tiene mal: no saber cuándo vamos a poder a volver a abrir. Pero no queda otra. En nuestro rubro es imposible juntar 300/400 personas en un lugar. Sería muy peligroso.
Catini tiene a su cargo unos 40 empleados con los cuales “estamos arreglando como podemos” y “con la mano que nos está dando el Estado” con los créditos.
-El tema es que el crédito al 24% hay que empezar a devolverlo en 3 meses y el de tasa 0 dentro de 6 meses y capaz que volvemos a abrir recién en noviembre o diciembre como plazo más optimista.
Y también al igual que Rabbione fue comprensivo con las medidas que se están tomando desde el Estado.
-Si bien estamos apretados y tenemos que ver cómo vamos a pasar esta situación, entendemos que debemos cuidarnos de este virus.