En este nuevo capítulo dedicado a las adaptaciones musicales de cuentos de hadas y fábulas infantiles, vamos a centrarnos únicamente en Cenicienta. Si bien las versiones más conocidas son las de los hermanos Grimm, por un lado, y la de Charles Perrault, por el otro, hay que mencionar que esta fábula se remonta a la antigua Grecia. Incluso existen versiones chinas y vietnamitas que datan de los primeros siglos después de Cristo.
Con las particularidades y elementos propios de cada cultura, todas estas versiones plantean la misma trama: una muchacha que es maltratada por su familia, pero recibe la visita de un hada, quien le regala ropas elegantes para asistir a una fiesta en un castillo. Allí conoce al príncipe, de quien se enamora, aunque debe regresar a su casa antes de medianoche. En el apuro, pierde uno de sus zapatos en el castillo, elemento que ayudará al príncipe a encontrar posteriormente a la joven.
Entre 1894 y 1895, Jules Massenet (1842 - 1912) compuso una ópera sobre La Cenicienta, tomando como base el cuento de Charles Perrault. La obra fue estrenada en 1899 en la Opéra-Comique de París, cosechando un éxito inmediato. Compartimos aquí el aria “Ah! douce enfant, ta plainte légère”, interpretada por el Hada madrina mientras transforma a Cenicienta en una princesa (versión de la soprano Patricia Petibon y la Orquesta de l'Opera National de Lyon, dirigida por Yves Abel).
Mucho antes que Jules Massenet, más precisamente en 1817, el compositor italiano Gioacchino Rossini (1792 - 1868) escribió también una ópera sobre la historia de La Cenicienta. Sin embargo, el libreto no tomó como base el cuento de Charles Perrault, sino una ópera de Stefano Pavesi, titulada Agatina, o La virtù premiata, la cual se había estrenado apenas tres años antes. Una de las diferencias más notables de la ópera de Rossini con la historia original fue la sustitución del hada madrina por una humana. Esto se debió a que el compositor italiano le pidió a su libretista no utilizar elementos sobrenaturales o mágicos, dadas las limitaciones en los "efectos especiales" disponibles para la puesta en escena. Además, la malvada madrastra fue reemplazada por un padrastro. En el siguiente video pueden disfrutar el final de la ópera ("Non più mesta"), en el que Cenicienta, tras perdonar a su familia por sus maltratos, asegura que nunca más se sentirá ni triste ni sola (versión de la mezzosoprano Isabel Leonard)
Para concluir este capítulo, les proponemos escuchar las variaciones para flauta y piano que Frédéric Chopin (1810 - 1849) escribió tomando la melodía de "Non più mesta".
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