El exjuez que intervino en las causas del llamado Circuito Camps, se refirió a la muerte de Miguel Etchecolatz y lo describió como "un criminal atroz, con una cantidad inédita de delitos brutales".
Asimismo, señaló que el genocida "nunca mostró arrepentimiento por sus actos, ni reconoció sus crímenes", y expresó que "se lleva mucho, nunca vamos a saber cuánto" sobre los casos en los que el magistrado instruyó, entre los que se encuentran La noche de los lápices y la desaparición en democracia de Jorge Julio López.
En tanto, Carlos Rozanski tuvo palabras también sobre el funcionamiento del Poder Judicial respecto a los juicios por crímenes de lesa humanidad y el otorgamiento del beneficio de la prisión domiciliaria a los represores, y afirmó que la Justicia aun contiene a "un sector reaccionario histórico, tradicional, conservador; cómplice de la dictadura".