Se imaginaron disfrutar de la fiesta de su casamiento. Pero al día siguiente se dieron con que el dinero que los invitados les regalaron, habían sido depositados en una urna paralela que había puesto Mabel Lencina, encargada del salón de fiestas El Pacará. “Nosotros contábamos con ese dinero para la luna de miel y casi no nos vamos de luna de miel por todo este tema. Esperando una solución nos comunicamos con el dueño que primero negaba el hecho. Pero a las dos de la mañana del lunes -30 de septiembre- se comunica con nosotros y nos dijo que la empleada había confesado el hecho y que nos reunamos ese lunes. Lo hicimos, la mujer confesó y el prometió hacerse cargo y nos adelantó un dinero como parte del pago de lo que nos habían robado y quedamos en que cuando volvíamos de luna de miel nos íbamos a reunir de nuevo para cerrar el número y nos devuelva el total del dinero”, comentó Emilia Campos, víctima de este hecho.