Alberto Chiavarino, director del Programa SemillAR, dependiente de la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de Nación, afirmó que “Argentina no tiene ninguna responsabilidad en el aumento del valor del trigo”, confirmando que es una consecuencia de la guerra y que se sufre a niveles internacionales.

“El valor del trigo ha aumentado en un mes al 30%, a nivel interno quien tiene trigo se beneficia inmediatamente”, dijo Chiavarino y en este sentido aseguró: “El tema central es que si esos aumentos se trasladan a la comida, la gente no va a poder comer pan, fideos, galletitas”. Fue entonces que explicó que para que el pan no aumente en la misma medida que el trigo, el Gobierno decidió intervenir en el mercado.

“Cuando la industria compra soja para transformarla en aceite lo hace con el 33% de retención, pero como sus productos tienen el 31% de retención hay dos puntos a favor”, expresó el director, “si toda la soja de la Argentina se industrializa, el 2% se lo queda la industria por comprar mas barato y vender mas caro”. Por lo tanto, el Gobierno decidió que cuando se exporta el aceite, la industria pasa de pagar el 31% al 33%, comprando aún la soja con el 33%. “En síntesis, al productor no le impactará la medida”, señaló.

“Esta es una medida que rige durante el período de guerra y cuando los precios se vuelvan a normalizar todo vuelve como antes”, finalizó Chiavarino.