Así lo manifestó la embajadora de ese país en Buenos Aires, Bárbara Figueroa al remarcar que las relaciones entre ambos países están muy bien pese a que a veces pueda haber "tensiones", y el objetivo del Gobierno de Gabriel Boric es seguir fortaleciendo los vínculos y puntos de convergencia en el ámbito comercial, energético o cultural.
Estas declaraciones se dan después de que, el pasado 16 de febrero, la firma del presidente argentino, Alberto Fernández -con otros 28 líderes, abogados y jueces de Iberoamérica- de un documento del "Grupo de Puebla" que criticaba a la Justicia de Chile, generara un desencuentro entre ambos países.
Boric dijo entonces no tener interés alguno en una escalada de la tensión con Argentina, pero advirtió a su homólogo de la necesidad de respetar mutuamente las instituciones.
Consultada sobre aquella polémica, Figueroa, que lleva casi un año como embajadora, señaló que "no se sintió por parte del Gobierno una afrenta".
"Si bien se hizo un planteamiento por parte de nuestra entonces canciller, no es una materia extremadamente sensible para el Gobierno", destacó.
"De hecho, yo trato de mantener un diálogo permanente con el embajador (argentino en Chile, Rafael) Bielsa cada vez que podemos", agregó.
Figueroa definió 2023 como año particular porque Chile conmemora los 50 años del último golpe de estado y Argentina los 40 del retorno de su democracia, y destacó el honor porque Santiago de Chile sea ciudad invitada de la próxima Feria del Libro de Buenos Aires.
Fuente: SWI, Suiza
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