La fuga del penal de Río Gallegos en 1957 fue un evento significativo en la historia penitenciaria de Argentina. Ocurrió el 25 de mayo de 1957, cuando un grupo de presos políticos logró escapar de la cárcel de Río Gallegos, ubicada en la provincia de Santa Cruz. Esta fuga se produjo en el contexto de un clima político tenso, marcado por el gobierno militar de la Revolución Libertadora, que derrocó al presidente Juan Domingo Perón en 1955.
Charlamos con el profesor de historia e investigador de la Universidad de la Patagonia Austral, Miguel Auzoberría quien contó como fueron esos hechos en los que presos políticos, en su mayoría peronistas, planearon meticulosamente la fuga durante varios meses. Utilizaron herramientas improvisadas y estrategias ingeniosas para evadir la seguridad del penal. Se cree que contaron con la colaboración de algunos guardias y simpatizantes externos.
Una vez fuera de la cárcel, los fugitivos se dispersaron en diferentes direcciones para evitar ser capturados. Algunos de ellos lograron alcanzar la clandestinidad y continuar con su activismo político, mientras que otros fueron recapturados en los días posteriores a la fuga.
La fuga del penal de Río Gallegos en 1957 tuvo un impacto significativo en la opinión pública y en el gobierno de facto de la Revolución Libertadora. Puso de manifiesto las deficiencias del sistema penitenciario y la creciente resistencia política contra el régimen militar. Además, generó debates sobre la seguridad de las instalaciones carcelarias y la necesidad de reformas en el sistema judicial.