A once años de la sanción de la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743) Nacional Informa dialogó con Santiago Merlo, activista Trans, sobre la importancia de esta norma.
“A partir del año 2012 nos constituimos en sujetos de derechos”, expresó Merlo para hacer referencia a que antes de la sanción de la ley 26.743 las personas trans vivían vidas que no eran las propias; “era salir a la vida con un nombre, un género y una socialización que nada tiene que ver con tu percepción y vivencia”.
Santiago Merlo tiene 48 años. Con una importante trayectoria en materia de género, es el presidente de la Asociación Civil Casa de Varones Trans y Familias e impulsor de la red de paternidades trans de la Argentina. En “la casita” acompañan a familias en la transición de sus hijes, a través de la escucha atenta y asesoramiento. En este sentido, Merlo apuntó a la experiencia de transición de generaciones anteriores que “vivimos las primeras expresiones de identidad que se leen como disidentes pero que es la propia, y trataban de encauzar, como si hubiera algo que encauzar”, señaló para destacar el cambio cultural que actualmente manifiestan las familias que se acercan a la casita.

“Asistimos a un primer momento de la transición de las infancias acompañadas por sus familias”, expresó Santiago; y señaló a la pandemia como un momento clave para la Asociación porque “estábamos todos encerrados, y nos encontramos con las experiencias de un hije que nos decía cosas a través de diferentes expresiones como canciones o dibujos”. En este sentido, resaltó la importancia de la contención del propio entorno, “hoy tenemos mayores expectativa de vida porque están las familias, siempre estuvimos por fuera de ellas. Con el acompañamiento de la familia nos empoderamos y construimos proyectos propios”, concluyó.

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