El Laboratorio de Protección Vegetal del INTA Chubut alertó sobre la presencia de una nueva plaga que es capaz de afectar la producción de todos los frutales de la región. Drosophila suzukii, conocida vulgarmente como “mosca de las alas manchadas”, es un insecto que, a diferencia de otras especies del mismo género, es capaz de colocar huevos en las frutas sanas, lo que podría reducir el rendimiento y la calidad. “Su identificación temprana es fundamental”, advirtió Silvina Bado, especialista en Protección Vegetal de esa unidad del INTA. En este sentido, el Laboratorio de Protección Vegetal INTA Chubut, el Senasa y la Municipalidad de Trelew iniciaron los monitoreos para determinar la incidencia en el valle. “Para definir cuáles son las medidas de prevención y manejo más adecuadas
para cada caso, debemos tener información sobre su comportamiento y distribución territorial”, dijo. “Esto es importante para evitar problemas ecotoxicológicos”, expresó. Entre las principales características que la convierten en una amenaza, Bado señaló que “es una plaga de origen asiático y posee una gran plasticidad para soportar distintas temperaturas, lo que facilitó su rápida difusión mundial”. El adulto de la mosca de las alas manchadas mide de dos a tres milímetros de largo, tiene ojos rojos, es de color marrón pálido y posee antenas cortas y gruesas con arista ramificada. A diferencia de las hembras, los machos poseen una mancha circular en el extremo de cada ala (lo que les da el nombre)