Finalizamos 40 años de democracia con el programa económico más parecido al de Martínez de Hoz que se haya aplicado o siquiera pensado en estas cuatro décadas. La idea para su implementación también fue parecida. Ayer a la mañana, disciplinamiento.A la noche, el golpe económico.
El disciplinamiento.A de la mañana tuvo esta consigna: el que corta no cobra. Este lema fue argumentado con principios tan liberales como estos: “Respetemos la libertad de los individuos para que decidan si quieren protestar o no. Si son obligados por los gerentes de la pobreza no tienen libertad. No tienen libertad porque estos nuevos capangas los extorsionan. Les toman asistencia. Si no van, no cobran el plan”. Si esto ocurre ¿qué es “el que corta no cobra” si no una extorsión para quedarse en la casa? Yo, beneficiario de un Potenciar Trabajo y que tengo en este plan la única fuente de ingreso y quiero participar de la marcha ¿qué hago?
Si voy, no cobro. ¿Qué libertad individual tengo para ir? Ninguna. Y toda vez que lo que está en juego es el miserable alimento propio y el de mi familia, no voy.
El plan de la fuerza paradójicamente llamada La libertad avanza empezó el día disciplinando de esta manera.
El disciplinamiento.A también se produce separando militancia de bases. Cualquier plan autoritario de dominio debe romper este eslabón. La militancia organiza, ayuda a comprender el sentido de las luchas.
Ayuda a avanzar cuando hay que avanzar, a retroceder cuando hay que retroceder.
Las bases organizan, se organizan y en su organización está la fuerza del movimiento conformado por militancia y bases, en este caso beneficiarios de planes.
El enemigo de este movimiento debe romper este vínculo y esto es lo que intentó a través de “el que corta no cobra”.
Terminamos 40 años de democracia con una fuerza que se dice la mas liberal de todas, “liberal libertaria”, anunciado por cadena la eliminación y modificación por decreto de más de 300 leyes y normas.
Todas las modificaciones, sin excepción, entregan tierras, empresas, riquezas a millonarios extranjeros, enajenan empresas públicas, hiperexplotan a quienes viven de su trabajo, clase media, clase baja, votantes de Milei o no.
Entonces, debemos reconocer que, en principio, el plan está bien pensado. Reitero: primero disciplinamiento.A social y después el shock, el “ajuste feroz” hasta ahora solo enunciado por el Presidente y que ahora podemos leer desarrollado en 300 puntos.
Pero no se disciplina a la sociedad argentina en una mañana.
A la noche, ni bien terminaron los anuncios, se insinuaron cacerolazos en Buenos Aires y también acá en Córdoba.
Si el pueblo quiere actuar en defensa propia, puede.
Hay varios frentes: la calle, el frente jurídico, el parlamento, el sindical.
En la calle se debiera producir una nueva edición del “piquetes y cacerolas, la lucha es una sola”.
Frente jurídico.
Legisladores, asociaciones civiles, particulares deberán querellar por la inconstitucionalidad del decreto.
Frente parlamentario: va de suyo que, además de la izquierda, los bloques de Unión por la Patria, liberales consecuentes que puedan haber en Juntos por el Cambio, peronistas dispuestos a levantar la mano, aunque sea, por las banderas que le dieron y dan sentido a su movimiento, va de suyo que estas fuerzas legislativas van a conformar una alianza multipartidaria en defensa de la Argentina y la mayoría de sus habitantes.
Y falta el paro general de la CGT.
Entonces, si el pueblo argentino quiere actuar en defensa propia lo puede hacer a través de una acción conjunta y unitaria de sus fuerzas callejeras, sociales, sindicales, parlamentarias, judiciales, ciudadanas.