Denunciaron ante el Inadi y ante el Ministerio de Educación a las autoridades del colegio secundario Santa María, luego de que apartaran a estudiantes que se solidarizaron con un hecho de violencia institucional sufrida por un compañero gay.

Los hechos ocurrieron a fines de setiembre dentro del edificio escolar, luego que un adolescente de cuarto año fuera ordenado a sacarse una pulsera con los colores LGTBIQ, que identifican el reclamo por igualdad de derechos de la diversidad sexual. Tras una reunión con las autoridades educativas en la que el estudiante defendió su derecho a portar la pulsera, regresó al curso visiblemente afectado, por lo que pidió a su padre que lo retirara de la institución.

Ante esta situación algunos de sus compañeros se pintaron los colores de la bandera en sus brazos y compartieron fotos en redes sociales mostrando solidaridad con el chico. Una de esas fotos muestra una remera con el escudo del colegio delante de la cual se ve una mano realizando la señal de "fuck you". Esta foto motivó sanciones a cuatro estudiantes y la aclaración de que a ninguno de ellos le permitirían continuar en la institución.

El papá del joven violentado, Jorge Coraita, dialogó con la Radio de Todos y dijo que los argumentos para las sanciones pretenden aislar los hechos sin considerar que los chicos actuaron como reacción a una violencia ejercida por los directivos de la institución: