Marcelo Lischet, gerente de Buses Paraná, empresa prestadora del servicio público de pasajeros, se refirió a la quita de unidades por falta de personal, el cual se encuentra contagiado de coronavirus, mientras que otros choferes cumplen la licencia por vacaciones. “Se hace casi imposible prestar con normalidad el servicio”, expresó el empresario y mencionó que hay 27 trabajadores aislados de los 91 servicios que hoy se prestan.

Lischet criticó la multa e intimación que realizó, dentro de los marcos legales, la Municipalidad de Paraná, por haber quitado unidades de circulación sin dar a conocer ni la decisión, ni tampoco el por qué. En este, sentido el empresario mencionó que se debió comenzar la vacunación contra el coronavirus con anterioridad, pero indicó que no se puede controlar a los choferes si se aplican o no la dosis ya que “no es obligatorio”. Sin embargo, priorizó “mirar hacia adelante y buscar una solución” al respecto dijo que se convoca a choferes que están de franco para poder cumplir con el servicio.