Seis miembros del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu) llegaron a San Luis, para colaborar en la búsqueda de Guadalupe Belén Lucero, la niña de 5 años que permanece desaparecida desde el lunes último. Trabajarán en forma coordinada con la Fuerza de Seguridad provincial en la Jefatura Central de Policía. Integran el Sistema Federal del que San Luis es parte y que permitió incluir el caso de Guadalupe en el sistema “Alerta Sofía” y en Missing Children. Por su parte el padre de la menor, Eric Lucero, en un llamado desesperado por dar con el paraderos de su hija indicó: “Queremos encontrar a Guadalupe, que es lo que más nos interesa y que pueda regresar a la casa con su mamá, su hermano y por supuesto conmigo”.

Lucero indicó que no hay, hasta el momento, pistas certeras sobre la pequeña, sin embargo indicó que ante la recepción de cualquier dato se investiga y “salimos a buscar”. También agradeció la colaboración de los vecinos y destacó la solidaridad de “la gente”.

Según fuentes oficiales, la comitiva del Sifebu arribo este miércoles pasadas las 19 horas y entre sus integrantes se encuentran funcionarias especialistas en trata y explotación de personas, que fueron recibidas en San Luis por el ministro de Seguridad provincial, Luciano Anastasi.

Los especialistas, que trabajarán en forma coordinada con la Fuerza de Seguridad provincial en la sala de situación en la Jefatura Central de Policía, integran el Sistema Federal del que San Luis es parte y que permitió incluir el caso de Guadalupe en el sistema “Alerta Sofía” y en Missing Children, el programa de aviso de emergencia ante casos de niños, niñas o adolescentes desaparecidos que puedan encontrarse en peligro.

Este sistema, de Alerta Sofia, permite acceder a un plan de recompensa a nivel nacional que el Ministerio de Seguridad ya está gestionando y que ha sido reclamada por el padre biológico de Guadalupe, quien pidió al gobernador de la provincia, Alberto Rodríguez Saá, que otorgue “una recompensa para quienes den datos certeros del paradero de su hija” y que busquen también con rastrillajes por otros lugares de la ciudad.

La niña es de tez trigueña, tiene cabello lacio, por debajo de los hombros, un lunar en la mejilla izquierda y al momento de su desaparición vestía una campera parca negra con capucha, buzo rosa y llevaba botas negras.