Existe un proyecto político basado en la amistad y es el orientado por ideas libertarias. No quiere al Estado, lo quiere abolir, porque el Estado es opresión y no hay nada mas ajeno a la amistad que la opresión. Los libertarios aceptan la organización en tanto y en cuanto la organización no anule la libertad individual. Esto es así porque la relación de amigos, amigas, va de suyo, es una relación de respeto mutuo de individualidades, personalidades singulares, originales. Los libertarios fueron los únicos en la historia que basaron su proyecto de sociedad en la amistad. Digo “libertarios” y no digo Milei ni Ramiro Marra. Me refiero a los anarquistas. Antes de estas nuevas derechas argentinas y mundiales, decir “libertario” era decir anarquista. Así se los definía y así se definían a sí mismos. “La amistad es un amparo contra la intemperie a la que el capitalismo somete a la población”. Esto dice Christian Ferrer, el sociólogo, filósofo anarquista mas destacado de nuestro país. Y estudioso del movimiento anarquista argentino y mundial. (En la columna compartimos un audio en el cual Ferrer explica qué es la amistad para el anarquismo).
Daniel Vidal, docente e investigador de la Universidad de la República, Uruguay habla de “grupos de anidad”. Anidad es una palabra de origen bíblico que quiere decir abrigar, acoger, recibir ofreciendo protección o amparo. Los anarquistas son grupos de anidad y esta cualidad explica la fortaleza de los vínculos entre anarquistas. Vidal señala este otro motivo: “porque la amistad, dice, florece en los ámbitos donde predominan valores como la lealtad y la sinceridad, y a la larga, ella es un antídoto contra la sociedad de la dominación que fomenta el deseo de sumisión”. Lo libertarios ácratas, es decir, los anarquistas, pertenecían a una de las pocas agrupaciones sociales que no estaban obsesionadas por el poder. Ni para conseguirlo ni para mantenerlo. Preferían cooperar entre sí, apoyarse en la ayuda mutua. El objetivo político era desplazar a las relaciones jerárquicas en las relaciones personales, como base de una sociedad igualitaria, “libertaria” en el sentido del reino de una libertad colectiva ilimitada que coexista con una libertad individual también ilimitada. La libertad individual ilimitada, en este lenguaje, niega lo que escuchamos todos los días cuando hay un corte de calle, “que mi libertad termina cuando empieza la libertad de los demás”. El principio es otro. Es que “mi libertad se prolonga en la libertad de los demás”. A esto lo dijo un pensador no anarquista, Marx, pero vale para definir la idea de libertad de estos libertarios pre Milei y lo mas antagónico al libertarismo actual que se pueda concebir. Toda amistad supone complicidad, pero la complicidad en la amistad libertaria va mas lejos. Los amigos anarquistas son cómplices en el delito. Es una complicidad fuera de la ley, si es necesario. No estoy hablando de delitos tipificados en el Código penal sino de delitos, de violaciones revolucionarias de la ley. ¿Cuál era, cómo es “el mundo libertario” por el cual los anarquistas lucharon pagando con prisión, exilio y muerte? Christian Ferrer cierra nuestra intervención de hoy con una síntesis de la filosofía libertaria. Es decir, anarquista.
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