En Madrid, un 23 de julio de 1757 fallece Domenico Scarlatti, un compositor único y singular, autor de un importante corpus de música eclesiástica y óperas pero, esencialmente, recordado por sus más de 550 sonatas para clave en las cuales se aleja del modelo barroco y avanza, consistentemente, hacia las galanuras del clasicismo. Escuchemos pues de Scarlatti, su Sonata en re menor K. 141 por Martha Argerich, en una presentación del años 2008, en el Auditorio RAI de Turín.

Además, un 23 de julio de los siguientes años

1796    en Estocolmo, nace Franz Berwald, considerado el compositor más relevante de la historia musical sueca. Poco valorado y reconocido en vida, Berwald fue cirujano ortopédico y dirigió una fundición de vidrio. Sus sinfonías, lo más sustantivo de su producción, fueron estrenadas, casi todas, luego de su fallecimiento.

1926    en San Francisco, nace Leon Fleisher, el pianista estadounidense que, por una dolencia afectó irreversiblemente su mano derecha, desde 1960, desarrolló una destacada carrera interpretando obras para la mano izquierda.

1944    en Lisboa, nace Maria João Pires, la gran pianista portuguesa, una de las más notables y relevantes de la actualidad.

1960    en Nuevo México, nace Susan Graham, una multipremiada mezzosoprano estadounidense que es sumamente valorada tanto por sus actuaciones operísticas como por sus recitales de cámara.

1983    muere en París, Georges Auric, compositor francés que integró el célebre Grupo de los Seis y que adquirió singular trascendencia, desde 1930, como compositor de bandas de sonido para la industria del cine.