El inspector regional Sur de la Dirección General de Escuelas, Pablo Sasso, confirmó que ya se ha hecho la denuncia penal, además de la realizada en la junta de Disciplina de la DGE, que realiza la investigación para “determinar la sanción correspondiente”.

El funcionario no aclaró si se trata de un abuso a la integridad sexual de las menores o de otro tipo de agresión porque el delito de vulneración de derechos de los alumnos “es confidencial y no se puede mencionar”.

“Se trata de dos hechos distintos pero del mismo tenor”- explicó- que las alumnas denunciaron a la directora del establecimiento. Sasso destacó que “las menores sintieran la confianza de poder exteriorizar y comentar la situación, que es lo que queremos”, señaló.

Respecto de los celadores acusados dijo que en estos momentos no están desempeñado funciones en esa escuela y han sido trasladados a otra dependencia de la DGE “donde no tienen contacto con menores”.

Ya han sido citados por la fiscalía, pero en lo laboral, de acuerdo a la confirmación de los hechos, los celadores podrían recibir “desde un mero apercibimientos hasta la pena más grave que es la exoneración”, señaló.

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